Empezamos el viaje...

Lilypie Waiting to Adopt tickers

miércoles, 7 de marzo de 2018

HAGO HUELGA




Cuando se convoca una huelga uno es muy libre de secundarla o no, pero creo que para ambas situaciones se deben tener las razones bien claras.
Llevo días escuchando sandeces de un lado y del otro. Me he parado delante de gente, muy segura de sí misma, para explicarle que están muy equivocados o muy poco informados. ,
Que a ojos de mucho, tengo yo poco que pelear en esta huelga porque en mi trabajo no hay diferencia salarial,  porque mi marido me “ayuda” en casa (sí, todavía hay quien utiliza esa expresión), o porque cobro lo suficiente como para no notar que me quitan el sueldo de ese día.
Y no es que me las quiera dar y de sabionda, ni muchísimo menos, pero creo que sí que tengo un puñado de RAZONES para hacer huelga mañana. Cada una tendrá las suyas y estas son las mías:
  1. Porque precisamente yo, me puedo permitir no cobrar un día. Hago huelga porque muchas mujeres cobran una miseria y no pueden perder el sueldo de un día.
  2. Porque en mi trabajo no habrá represalias si no voy mañana a trabajar. Hago huelga porque muchas mujeres no tienen esa suerte. (Entre ellas, mi madre hace muchos años)
  3. Porque mi marido, que es quien ha disfrutado de los permisos de lactancia, no tiene la misma baja por paternidad que yo por maternidad. Hago huelga por equiparar las bajas laborales.
  4. Porque cuando vaya a un bar, me pongan a mí la cerveza y a mi marido el agua que ha pedido. Hago huelga para que se rompan esos estereotipos anticuados.
  5. Por dejar de escuchar frases dirigidas a mis hijas como: “que guapa te ha puesto hoy mamá” o “que rica la cena que te ha hecho mamá”. Hago huelga para re-educar a la gente que no mide sus palabras.
  6. Porque se eliminen los carteles de las tiendas infantiles en las que se cataloga de niña o niño ropa, bicicletas, juguetes, etc. (con sus respectivos colores rosa y azul, por supuesto). Hago huelga porque mis hijas puedan elegir una bicicleta con el color y el superhéroe que más les guste.
  7. Porque no tengan que llamarle la atención a mi pareja cada vez que tiene que utilizar el baño de “mujeres” para cambiar un pañal. Hago huelga para que se unifiquen los baños públicos.
  8. Porque cuando alguien me piropea por la calle, pueda hacerle una peineta sin tener miedo de lo que pueda pasarme después. Hago huelga porque las mujeres no deberíamos sentir miedo.
  9. Porque el del taller o el concesionario, o el que vende televisores o el fontanero, me mire también a mi cuando tenga que explicar algo y no sólo a mi marido. Hago huelga porque las mujeres no “entendemos” menos.


Y por último, hago huelga, porque a pesar de que mi situación es cómoda, fácil o simplemente sin dificultades, me solidarizo con el resto de mujeres que NO TIENEN la misma situación. Porque no quiero ser más que nadie (como he tenido que escuchar estos días), pero sí igual. Porque desde los sillones de vuestras casas o desde los puestos de vuestros trabajos no vais a ayudar a nadie. Porque es muy cómodo decir que esto no va contigo o que es un rollo político. No señoras, esto no va con ningún partido, esto va con personas. Con los valores que les quieres enseñar a tus hijos e hijas. Y con querer cambiar el mundo.

lunes, 1 de febrero de 2016

FAMILIA DE AMIGOS Y AMIGOS DE FAMILIA

Siempre es difícil escribir ante una hoja en blanco. Más, cuando tienes un batiburrillo de ideas en la cabeza que no sabes cómo ordenar para darles un sentido común. A esto he de sumar que para hacerlo de manera cómoda con la sandía tamaño XXL que tengo adosada a mi abdomen, he necesitado nada más y nada menos que 4 cojines para conseguir una postura mínimamente aceptable.

Esta semana he tenido una serie de altibajos anímicos que me han hecho plantearme si ponerme un casco para el chocazo o comprarme un billete a Canadá.

Empecé la semana con un estado anímico bastante pésimo. Pero el martes morning se resolvió como por arte de magia. En la puerta del ambulatorio me encontré por fin a alguien a quien llevo tiempo (años) diciendo que algún día conocería en persona sin necesidad de concertar una cita previa (solemos frecuentar los mismos lares con días, horas o incluso minutos de diferencia). Y así fue, no podía ser en otro sitio más peculiar que entre las puertas de entrada-salida del centro médico. (El lugar de presentación es digno de análisis). Enrique Tarragó, uno de mis más fieles piropeadores online y mi más admirado bloguero, entraba cuando yo salía. “Eres más guapa en persona”, se atrevió a mentir. Intercambiamos 4 frases rápidas y cada uno a su faena. Un encuentro tan breve y sin embargo me hizo sonreír buena parte de la mañana olvidando por completo lo que me había hecho entrar al ambulatorio esa misma mañana.

Y entonces piensas: ¿cómo alguien que a penas te “conoce” puede sacar una varita mágica y cambiar tus emociones en cuestión de un segundo?

Pues no lo se, pero puede. Y tanto que puede.

La semana en general no continuó siendo demasiado buena. Siempre con la sensación de fallar a los que más nos necesitan. De estar convirtiéndote en un ser egoísta y no poder/querer cambiar eso. Estoy en proceso de convencerme de que YO soy lo primero para MÍ. Y eso no sé si es bueno o malo. Pero fácil os aseguro que no lo es.

A pesar de todo eso, hay gente que está peor que yo. Y que a pesar de todos mis defectos, me quiere. Y a mí eso es algo que me sigue sorprendiendo de forma espectacular. Que alguien se preocupe por saber que me gusta y que no. Que me apetece y que no. Cómo me encuentro. Que se planteen cambiar la ruta hacia su casa por llamar a mi timbre. Que dejen cualquier plan por pasar unas horas conmigo. CONMIGO!!

Que monten todo un espectáculo de luz y color (nunca mejor dicho) por y para mí. Que impliquen a padres, madres, maridos e hijos. Que sacrifiquen horas de su tiempo. Que se organicen en secreto. Que hablen de mí… Es algo que me descoloca de tal manera que me bloquea. No se demostrar mi gratitud en ese momento y me “aturullo”. ¿De qué manera se puede agradecer algo así?

Todos conocemos esa frase que dice que “a la familia no la elegimos, a los amigos sí”. Pues yo puedo decir que si pudiera haber elegido a la familia, habría elegido a la mía. Pero es que encima he tenido la puñetera suerte, de encontrar a amigos a los que incluyo en esa “familia” con los ojos cerrados.

Os quiero a todos…
A los de siempre y a los nuevos.
A los que achucho a diario y a los que achucho sólo muy de vez en cuando.
A los que me consienten demasiado y a los que me bajan de las nubes.
A los que van y vienen y a los que se quedan.
A los que me encontré por casualidad y a los que busqué.
A todos: gracias!












miércoles, 14 de octubre de 2015

PEQUEÑA GRAN REVOLUCIÓN

Pasan los días sin acordarnos de que estás ahí. 
No molestas, no te dejas ver, no exiges tu protagonismo.
A penas tenemos tiempo de pensar que en esta cuenta atrás, que no es eterna, llegará el día en que seas, y estés.
Y de repente alguien escribe la que será tu canción (todos tenemos una).
Y de repente alguien le da al play y se llena el silencio de cada palabra increíble.
Gracias IZAL por crear, algo tan mágico.
Gracias Chema por regalármelo.


Que tu ferocidad me deje huella,
Que ahuyente mi maldad
Y aleje bestias.

Que ponga en su lugar pura inocencia,
La que hoy cubre tu cuerpo,
Sin darte cuenta.

Que hable sin pensar las consecuencias,
Que digas tu verdad,
aunque lluevan piedras.

Que no pierdas esa fe
Que hoy es eterna,
Esa forma de no ser consciente de ella.

Que tu curiosidad no desaparezca
Y crezca como lo hacen ahora tus piernas,
Las que te llevarán tan lejos como quieras,
Comiéndote la vida a manos llenas.

Bienvenida a casa,
Pequeña gran revolución,
Que con tus pasos marcas un nuevo rumbo en dirección
a nuevas montañas que parecen menos altas
Con cada palabra que nace en tu garganta,
pequeña gran revolución.

Que nadie ose jamás fijar tus metas,
Que sepas observar y no ver a quien no debas,
Que aunque me encuentre lejos,
Me sientas cerca.
Que la distancia que hay entre nuestras fuerzas,
Se hará siempre tan ridícula
Y tan pequeña,
Mientras los dos sigamos las mismas estrellas.
Y aunque vueles lejos,
Tan alto que no puedas vernos, te esperamos dentro,
Siempre habrá un techo.

Bienvenida a casa,
Pequeña gran revolución,
Que con tus pasos marcas un nuevo rumbo en dirección
a nuevas montañas que parecen menos altas
Con cada palabra que nace en tu garganta,
pequeña gran revolución.



sábado, 18 de julio de 2015

NI FÁCIL NI DIFICIL

Hay temporadas en las que puedes escuchar una misma canción una y otra vez. Cada vez más alta, cada vez más emocionada, más metida en el papel. Te da igual quién te mire cuando paras en un semáforo.
Normalmente son canciones de tu estilo. Canciones nuevas de cantantes asiduos de tu discografía.  
Que te gusten no tiene mayor mérito, pues ya te gustaban las anteriores. Aun así, serán canciones que te marquen para siempre.
Lo mismo pasa con muchas otras cosas. Es fácil enamorarse de alguien que dice lo que quieres oír justo en el momento adecuado. Que te va descubriendo sus facetas más parecidas a las tuyas, sus gustos, etc.
Es mucho más probable que pidas para comer algo que sabes que te va a gustar, a un plato que lleva ingredientes que no sueles utilizar en casa.
En las amistades pasa exactamente igual. Gran parte de nuestros amigos son parecidos a nosotros en la mayoría de cosas “fundamentales”. Esto hace que los pilares sean más fuertes. Cuando encuentras a gente con la que compartes ideologías políticas, gustos musicales o cinematográficos, etc. se suelen quedar a tu lado mucho tiempo. Esto tampoco requiere ningún esfuerzo. Es relativamente sencillo hasta para personas como yo con nulas estrategias sociales.
Y, a ver si me explico, que no requiera “tanto” esfuerzo, no significa que sea mejor ni peor. Es más, yo sigo cargando mi usb con mi música favorita, sigo enamorada de la misma persona desde hace 12 años, y sigo pidiendo sándwich de pollo antes que una hamburguesa.
Pero hay ocasiones contadas en las que te enganchas de personas con pocas posibilidades. Personas tan diferentes a ti que es difícil pensar que van a seguir en tu top10 de wsp mucho tiempo. Pero a pesar de la “adversidad” siguen ahí. Y te entienden, y te buscan, y te hablan siempre como necesitas (a veces incluso en silencio). Y finalmente llegan a hacer que bailes y cantes cual posesa canciones que jamás pensarías que acabarías incluyendo en tu lista de reproducción del coche. Cantantes que aborreces y que ahora necesitas oír para hacer más ameno el largo verano sin ellas.
Y es que…tu eres la voz que me calma…



martes, 12 de mayo de 2015

EN BAJA FORMA

Cada vez tengo más claro que cuando uno necesita consejo, consuelo, ayuda o cualquier cosa similar de otra persona, lo que necesita realmente es que le digan lo que quiere oír. Me incluyo en el bote, por supuesto. Si yo voy a chafardear sobre alguien, sé a quién tengo que acudir para que me dé la razón. Si le pregunto a Chema  que zapato me combina mejor, estoy esperando que me conteste el de la izquierda, que  es el que yo creo que combina.

Y es que, aunque estemos convencidos de lo que pensamos, necesitamos oírlo de otras personas.

Últimamente no doy una…
Antes no era así. Siempre me he caracterizado por ser buena “escuchante”. Por dar buenos consejos. Tengo amigas que me han llamado porque necesitaban “MIS” palabras y no las de otros. Y eso, señores, es un orgullo. (Para que lo diga yo de mi misma, que no me enorgullezco de nada propio, será por algo)

Pero como digo, algo me ha pasado y no sé lo que es. Mi teoría es que estoy descubriendo que soy mucho más carca de lo que hubiera imaginado nunca. Aunque esta teoría no la avalan investigaciones científicas...

Mis amigas me han contado sus problemas,  han reclamado mi escucha. Pero no he  sabido complacerles. ¿Mi error? Dije lo que pensaba sin analizar antes si debía o no. Si podía herirlas o no. O si es, como digo, lo que querían oír en ese momento.

Puede que me equivocara. Y una vez que metes la pata, lo que viene después ya no se oye porque empieza a sonar un pitido inaguantable. Pero lo que os dije es que, a  pesar de lo que yo piense, las decisiones son vuestras. Y si estas son las que os van a  aportar la felicidad que deseáis, ahí estaré yo. Siempre. Porque mi prioridad es que  estéis bien. Aunque para ello debáis prescindir de mí, de mis consejos o de mi entera,  por un tiempo o para siempre.


miércoles, 25 de marzo de 2015

PROMETER, DESEAR, OLVIDAR...


Prometer, es empeñar el futuro, 
desear, es no vivir el presente, 
olvidar, es despreciar el pasado, 
y vivir, es contestar lo de siempre. 

Discutir, prefiero seguir cantando, 
ser mejor, es intentar ser cambiado, 
suicidar, es no volver a arrepentirme, 
elegir, es pedirme demasiado. 

Y no te pido más que 
te estés a mi lado, 
que me soportes loco porque tú estás loca, 
y no te pido más que 
me soportes callado, 
que me cuesta abrir la boca. 

Despertar, es un lapsus de los sueños, 
y soñar, es una vida en balde, 
madurar, es regresar a tu padre 
y querer, como se quiere a una madre. 

...Y no te pido más que 
te estés a mi lado, 
que me soportes loco porque tú estás loca, 
y no te pido más que 
me soportes callado, 
que me cuesta abrir la boca. 

Te pido lo de siempre...


Gracias Chaouen!!

lunes, 1 de septiembre de 2014

ADOPCIÓN EN STAND BY


Para los que no sepáis como va ahora mismo el tema de nuestra adopción, el otro día me encontré este artículo que resume muy bien el stand by (psicológico y burocrático) en el que nos encontramos y las razones que nos empujan a estar así. Aunque aquí no se citan toooodas las trabas que nos hemos encontrado, es un artículo corto de fácil lectura. Yo añadiría quizá el que cada vez existen menos países con posibilidad de adopción desde España y que estos cambian constantemente en las reuniones a las que hemos podido asistir. En fin, os dejo la noticia en cuestión. (Para los perezosos dejo un enlace con vídeo al final del post)

Cada año se adoptan menos niños en el extranjero debido a las restricciones.

Empieza a ser habitual que los países que hasta ahora facilitaban las adopciones internacionales pongan cada vez más restricciones. En algunos casos sólo se permite adoptar a niños que requieren atenciones especiales. En otros, los trámites son tan largos y costosos que muchos padres españoles desisten.

Los largos y costoso trámites, restricciones que hacen que se reduzcan cada vez más las adopciones de menores en el extranjero. En 2004 se realizaron más de 5.500 adopciones internacionales; una cifra, que el año pasado no superó las 1.200.
En 2011, Rusia autorizó 1.712 adopciones mientras que el pasado año fueron sólo 350 En China, el segundo país con mayor número de adopciones, pasaron de 677 a 293. Les siguen Etiopia (411-260), Vietnam (178-48)  o Colombia (148-25) pero, también con reducciones muy significativas en sus adopciones.
Otros países van aún más lejos, es el caso de Kazajistan o Nepal que han bloqueado casi totalmente sus adopciones y con los que años atrás los acuerdos permitían realizar más de un centenar al año. Entre los motivos para esta bajada progresiva del número de adopciones figura la política cada vez más restrictiva de los países de origen.
Otra causa de este descenso es el coste económico: entre 12.000 y 24.000 euros, dependiendo de cada caso. En los últimos diez años las adopciones nacionales e internacionales casi se han equiparado.
Además, muchas asociaciones reclaman un único organismo central y no autonómico, para simplificar las gestiones con los países de origen.
http://www.antena3.com/noticias/sociedad/cada-ano-adoptan-menos-ninos-extranjero-debido-restricciones_2014082100168.html


miércoles, 30 de julio de 2014

REPITO CENTRO, REPITO PETARDAS

Como cada julio se repite algo que ya es costumbre y empieza a ser parte de mis veranos. Pedir 300 colegios e institutos para saber, días más tarde, donde trabajaré el curso que viene. Es un proceso aburrido, cansado, complicado y desmotivante. Más aún cuando conselleria juega con nuestra paciencia sacando plazos e historias nuevas cada dos por tres. 
Normalmente suelo hacer todo este proceso con la cabeza. Calculo cien millones de veces los kilómetros que separan cada centro de mi casa, me informo de los centros con jornada continua, apunto los institutos por su compatibilidad horaria, etc.
Este año la situación ha cambiado y la cabeza ha estado reñida con el corazón. Tanto ha sido así, que modifiqué mi lista a apenas una horas de cerrar el plazo.
Es gratificante entrar a ver la resolución y encontrarte con que te han dado el puesto 1 de tu lista de peticiones.
Es todo un reto poder repetir por primera vez con los mismos alumnos, observar su evolución a largo plazo, poder darles un achuchón cuando lleguen después de las vacaciones de verano más morenos y más altos.
Pero lo mejor de todo es el motivo principal que me ha hecho poner este centro en el puesto número 1, y esas son las “petardas” que han compartido conmigo el curso 2013/2014 y que casi en su totalidad, estarán en el 2014/2015.
Esas petardas me han hecho estarme horas delante de un documento con 300 colegios. Subir y bajar puestos de un sitio a otro. Plantearme renunciar a un horario más cómodo por estar con ellas.
Son las mismas que han hecho que hoy al ver esta adjudicación, me emocione de verdad al pensar que volveré a estar con ellas un curso más.

Gracias y mil gracias por hacer que mis dudas se disipen en cuestión de segundos.


Elena, Miriam, Marta, Cris, Sonia, Bego y Laura. 


sábado, 1 de febrero de 2014

31 EL 31


Despertarte bailando “Avui fas anys” de Dijous Paella.

Que tu hija de un año sople mil veces sonriendo, la vela que hay en el de desayuno puesta para ti.

Bajar al coche y ver una notita de tus padres. Arrancar. Que suene una canción preparada por ellos, especialmente para ti.

Llegar al colegio y que te canten cumpleaños feliz.

Que un alumno “especial” te de un abrazo “especial” por ser tu día “especial”.

Recibir un fotomontaje de cumpleaños que te haga soltar una carcajada.

Improvisar una comida (en principio de pareja) y en final de grupo.

Que te preparen regalos sorpresa y tarjetas preciosas en peceras.

Que te cojan de la mano en medio de la marabunta de niños en el colegio.
 
Leer un minicuento escrito por tus impares.

Escuchar un audio de tu sobrina felicitándote personalmente.

Una llamada.

Que suene el timbre a las 9 de la noche mientras das la cena a Lola y al abrir la puerta encuentres globos en tu felpudo.

Que “amigas” a las que crees conocer poco, te preparen una cena improvisada cual amigas que conoces mucho.

Que termine el día 31, cerrar la puerta y pensar en cada una de estas cosas.

Sentirte tremendamente querida.

Llorar.

Gracias a todos y cada uno de los protagonistas de cada frase de este texto. Puedo decir que cumplir 31 el día 31 ha sido algo muy, muy especial. Hoy me siento afortunada por teneros en mi vida.

Lulo.

viernes, 29 de noviembre de 2013

CAZADOR-CAZADO




Hay gente que tiene un don. Es una especie de don visualizador. Como cuando un médico va en el metro y mirando la pupila de un viajante ve a un enfermo de páncreas. Lo ven, y seguramente, harán todo lo posible por hablar con él y conseguir una futura curación.
Estas personas a las que me refiero, y en mi caso concreto, visualizan mi autoestima (siempre a ras de suelo) y fijan un objetivo.

El primer paso es la observación directa. Un trato distante pero directo que poco a poco se va relajando y aproximando.

Tras el primer paso ya saben cuáles son mis puntos débiles; que puedo ponerme roja cuando me preguntan cualquier cosa, que me avergüenzo de vestir como visto, que prefiero estar callada en una conversación de grupo por no hacer el ridículo, etc.

Una vez claros estos puntos, empieza la intervención en sí: Un día, que te pones rímel o te plantas una mini, te dicen lo guapa que vas. Otro se dan cuenta de que te has cortado el pelo a la primera de cambio. Otro te preguntan durante una conversación de grupo para que no te sientas de lado o te mandan mensajes preocupándose por ti. Hay muchas medicinas y diferentes dosis. Saben siempre cuál es la más adecuada.

Es difícil saber si esta relación cazador-presa, médico-paciente, llegará a buen término. Después de 3 meses es pronto para hacer un diagnóstico adecuado.  El tiempo lo dirá, y nunca mejor dicho, porque me va a durar el tratamiento unos cuantos años.  Esta vez mi “médico” va a ser también vecina.

Enhorabuena y gracias a partes iguales Marta.

Lulo