Hay
temporadas en las que puedes escuchar una misma canción una y otra vez. Cada vez
más alta, cada vez más emocionada, más metida en el papel. Te da igual quién te
mire cuando paras en un semáforo.
Normalmente
son canciones de tu estilo. Canciones nuevas de cantantes asiduos de tu
discografía.
Que
te gusten no tiene mayor mérito, pues ya te gustaban las anteriores. Aun así,
serán canciones que te marquen para siempre.
Lo
mismo pasa con muchas otras cosas. Es fácil enamorarse de alguien que dice lo
que quieres oír justo en el momento adecuado. Que te va descubriendo sus
facetas más parecidas a las tuyas, sus gustos, etc.
Es mucho
más probable que pidas para comer algo que sabes que te va a gustar, a un plato
que lleva ingredientes que no sueles utilizar en casa.
En
las amistades pasa exactamente igual. Gran parte de nuestros amigos son
parecidos a nosotros en la mayoría de cosas “fundamentales”. Esto hace que los
pilares sean más fuertes. Cuando encuentras a gente con la que compartes ideologías
políticas, gustos musicales o cinematográficos, etc. se suelen quedar a tu lado
mucho tiempo. Esto tampoco requiere ningún esfuerzo. Es relativamente sencillo
hasta para personas como yo con nulas estrategias sociales.
Y, a
ver si me explico, que no requiera “tanto” esfuerzo, no significa que sea mejor
ni peor. Es más, yo sigo cargando mi usb con mi música favorita, sigo enamorada
de la misma persona desde hace 12 años, y sigo pidiendo sándwich de pollo antes
que una hamburguesa.
Pero
hay ocasiones contadas en las que te enganchas de personas con pocas
posibilidades. Personas tan diferentes a ti que es difícil pensar que van a
seguir en tu top10 de wsp mucho tiempo. Pero a pesar de la “adversidad” siguen
ahí. Y te entienden, y te buscan, y te hablan siempre como necesitas (a veces
incluso en silencio). Y finalmente llegan a hacer que bailes y cantes cual
posesa canciones que jamás pensarías que acabarías incluyendo en tu lista de
reproducción del coche. Cantantes que aborreces y que ahora necesitas oír para
hacer más ameno el largo verano sin ellas.
Y es
que…tu eres la voz que me calma…
2 comentarios:
Vaya, Lucía, me alegro de que vuelvas a escribir.
Feliz noche, vecina.
Reblogueado: https://etarragof.wordpress.com/2015/07/22/trompanete-ni-facil-ni-dificil/
Publicar un comentario