Empezamos el viaje...

Lilypie Waiting to Adopt tickers

viernes, 15 de julio de 2011

SÍNDROME DE ELECTRA (NO RESUELTO)


Ayer comentaba en mi estado de facebook la duda que me asalta acerca de la finalidad que busca la gente que sólo y exclusivamente te cuenta las cosas buenas que le pasan.

No me refiero precisamente a amigos, conocidos o familiares que vienen entusiasmados por contarte que tienen nueva pareja, que han encontrado trabajo, que se han comprado unos zapatos o que tienen un nuevo proyecto en mente. No, no! Me refiero a esas que a pesar de ser cercanas jamás te van a contar algo medianamente malo, en ocasiones tampoco bueno, pero que si harán todo lo posible porque nadie se entere de sus fracasos y todos se enteren de sus triunfos. Esos a los que les cuesta felicitar a los demás cuando es a la inversa. O esos que te cuentan 3 veces lo mismo pero nunca escuchan tus palabras.

No se si será o no pero yo relaciono siempre esta actitud al síndrome de Electra. (Edipo en versión femenina). Copio estos párrafos que he encontrado en Internet y que nombran algunas consecuencias en la edad adulta al no resolver el complejo durante la infancia.

“Si el niño o la niña no logran superar esta etapa, Freud asegura que se convierten en individuos problemáticos, muy engreídos, enamorados de ellos mismos pero al mismo tiempo temerosos o incapaces de que alguien los ame como pareja.”

“De algún modo, el tránsito por el complejo de Electra condicionará en un alto grado el tipo de evolución posterior en la configuración de la personalidad, de acuerdo con que se haya elaborado de forma más o menos adecuada.

En la vida adulta, la mujer inconscientemente puede reproducir en su mundo de relaciones ciertos conflictos infantiles: rivalidad y competencia con otras mujeres que la hacen sufrir sin necesidad o que la sitúan en un pérdida constante de energía para demostrar su superioridad, relaciones complicadas con los hombres, déficit en la consideración hacia sí mismas o dificultad para admitir los límites de la realidad que a veces llegan a producir aislamiento afectivo. La percepción de la realidad y la creación de vínculos con los otros queda contaminada por las vivencias con los padres y se generalizan a otros ámbitos en los que interviene un componente de carácter afectivo.

Yo lo veo claro. Aunque se que es difícil diagnosticarse a uno mismo síndromes así, creo que sería bueno que ayudásemos a quien los padece para poder llevar una vida adulta un poco más “adulta”. Y no, por el contrario, acentuar dichos comportamientos sobreestimulando errores repetidos. Seguro que mucho más cerca de lo que pensáis hay algún padre que no supo solucionarlo cuando debía o alguna hija que se dejó querer demasiado…



1 comentario:

pau dijo...

bueno bueno,entonces yo no soy,.soy de las que cuentan sólo lo malooooo coño?
bikiños lu,dime todo bien?me pusiste en el mail que no dormiste anoche
estoy un ratito conectada en casa de uan amiga por si contestas,bikos cuidaros
pau