Empezamos el viaje...

Lilypie Waiting to Adopt tickers

miércoles, 14 de marzo de 2012

RESUMEN MURPHYANO

He entrado hoy en Google con la idea de buscar alguna de las leyes de Murphy que resumiera mejor mis últimos días, pero soy tan egoísta que las hubiera cogido todas.

Y es que parece que últimamente no doy una y no dan una conmigo porque sentirte tan identificada con tanta frase no puede ser bueno.

Para poneros un ejemplo de esta etapa os resumo mi día de hoy:

- Esta mañana he salido de casa con un camal del pantalón hacia fuera y otro hacia dentro. Lógicamente me he dado cuenta a media mañana. (Ley nº11)

- A medio día me he pillado la mano con la puerta, me he tropezado con un cable, se me ha caído una fresa 3 veces, los tomates unas 4 y me he empapado la camiseta cuando fregaba.

- Por la tarde en clase he llevado un resumen que llevaba pidiendo el profe dos semanas. Hoy no la ha pedido y a mi se me ha olvidado.

- Al salir he ido a la piscina. Me he desnudado en el vestuario y me he dado cuenta de que no llevaba el agua. Me he vestido, he vuelto a salir para buscar una máquina. No había. He entrado otra vez y cuando ya tenia el bañador puesto no he encontrado las gafas. Me he vuelto a vestir (puntualización: hoy llevaba camisa de esas de 3 botones en cada manga y tropecientos más en la pechera lazo incluido) y les he devuelto el ticket a los de la entrada con la promesa de volver mañana. Me han pedido los datos y ha aparecido en la pantalla una foto mía (ley nº16) con 17 años y pelo corto que preferiría borrar de mi mente y de la de todos los presentes (bochornazo…).

- He aparcado lejos de casa (ley nº18) me he cargado con el bolso, los apuntes escurridizos en fundas transparentes, la bolsa de deporte y una bolsa con ropa para reciclar. A mitad de camino (ni más cerca de casa ni más cerca del coche) la bolsa de la ropa se me ha roto y la he esparramado por toda la calle (ley nº6). La señora de la tienda de peces me ha ofrecido dos bolsas y me he puesto a recoger como una mendiga la ropa del suelo dejando todos mis bártulos en el suelo.

Y mi resumen en modo “Murphy” de estas últimas semanas sería este:

  1. No hay situación que no pueda empeorar.
  2. Si es malo, permanecerá.
  3. Si puede romperse, se caerá.
  4. Cuando no lleves prisa, la luz se pondrá verde en cuanto tu vehículo se haya detenido por completo.
  5. Todo puede complicarse más de lo que puedas creer.
  6. Siempre habrá alguien presente cuando cometas un error.
  7. Los aparcamientos aparecen cuando ya no los necesitas.
  8. Si una cosa no puede salir mal, acabará saliendo mal de todas formas.
  9. Si todo parece que sale bien, es evidente que se te ha pasado algo.
  10. Nadie está cuando lo necesitas.
  11. Si te vistes a oscuras y sales a la calle sin mirarte al espejo, estarás haciendo pasar un rato divertido a los transeúntes.
  12. Cualquier cosa que digas será mal interpretada.
  13. Los primeros kilos que se pierden son de aquellas zonas que hasta ahora han sido las únicas atractivas que tenías.
  14. La duración de un minuto depende del lado de la puerta del cuarto de baño en que te encuentres.
  15. Si quieres que algo te salga bien, no se lo digas a nadie.
  16. Nadie es tan feo como muestra su foto del DNI. La excepción eres tú.
  17. Siempre hay más ropa sucia que limpia.
  18. Si aparcas el coche lejos, encontrarás tres plazas de aparcamiento justo delante de la entrada.
  19. Los amigos van y vienen. Los enemigos se acumulan.
  20. Nadie está atento a lo que dices hasta que metes la pata.
  21. Todo comportamiento puede ser criticado.
  22. Todas cuanto necesitas está siempre debajo de un montón de cosas inútiles.
  23. Si das paso a otro coche, acabará por quitarte el aparcamiento.
  24. Los gastos crecen hasta alcanzar los ingresos.
  25. Cuando creas que ya nada puede ir peor, te darás cuenta de que tienes poca imaginación.
  26. Si necesitas parar unos segundos el coche para buscar algo en la guantera, encontrarás todos los semáforos en verde.
  27. El lugar de trabajo siempre está menos ordenado que la última vez.

Y por último y en resumen de los resúmenes:

  1. Las leyes de Murphy pueden fallar, pero nunca fallan.

jueves, 1 de marzo de 2012

VERDADES COMO PUÑOS

Muchas veces durante este largo proceso de maternidad “adoptiva” me he planteado cosas como las que he leído hoy aquí:

Os copio el artículo entero por si os apetece leerlo.

La adopción todo el mundo sabe, es uno de los medios por los cuáles muchos padres optan para conseguir un hijo. La adopción Internacional, es un proceso largo, farragoso y cargado de momentos difíciles desde todos los puntos de vista implicados, instituciones, países y familias. Hasta ahí todo normal. Esto es lo que sabe todo el mundo.

Lo que todo el mundo desconoce también es la desesperanza, la ansiedad, el sufrimiento, la angustia y el agotamiento que sufren los padres en este proceso. No se puede hablar de ello, nadie quiere escucharlo, nadie pregunta, todos cierran los ojos, las orejas y el entendimiento. El dolor sería insoportable.

Si comparamos a unos padres que esperan un hijo biológico mediante un embarazo y a unos padres que esperan un hijo a través de un embarazo llamado coloquialmente burocrático, las diferencias son enormes y da que pensar.

Los padres que esperan un bebé mediante embarazo, son cuidados por todas los estamentos sociales, desde el punto de vista médico la mujer es cuidada a todos los niveles, físicos y emocionales. A la mujer embarazada se le asiste en el parto, antes y después. Si esta mujer presenta dificultades médicas se la cuida por el bien del futuro hijo. Se le da de baja médica si es preciso que tenga reposo, tratamientos médicos, etc, etc. El parto es muy duro para ella, eso sólo las mujeres lo saben, pero luego viene la recompensa, el ansiado hijo. Al final todo se olvida, gracias a dios. Pero el embarazo, si todo ha ido bien, ha resultado ser un proceso enriquecedor para la mujer, para la familia en general y por supuesto, la sociedad que da la bienvenida a ese nuevo miembro. Toda la familia y la sociedad se vuelca en esa mujer, tiene que ser cuidada y mimada porque va a traer al mundo una nueva vida.

Los padres que esperan una adopción, tienen que pasar por procesos muy diferentes donde nadie les cuida. Institucionalmente tienen que pasar por una criba dura y tortuosa porque deben demostrar ante los estamentos sociales su salud física y emocional. Por supuesto su solvencia económica. Es lógico pensamos todos, un país tutor tiene que asegurarse de que ofrece sus “hijos” a los mejores padres posible. Por ley, el menor tiene que ser protegido, no se le puede dar en adopción al primer caprichoso irresponsable o una familia desestabilizada emocionalmente. Esto es lo que deseamos todos. Se le busca una familia a un menor , no al revés. La adopción no es un acto de generosidad, es un derecho que todo niño posee, el de tener una familia que garantice su bienestar y se le debe buscar la mejor.

La pregunta que aquí nos hacemos, es y ¿quien cuida de estos padres?. Hablamos de padres sanos y saludables que empiezan un proceso con toda la ilusión del mundo y que a base de meses e incluso años sin noticias, entran en un estado cercano a la depresión. ¿Quién puede soportar la espera de 3, 4, 5 o incluso mas años a la hora de adoptar a un hijo?. ¿Cómo se puede resistir tanto sufrimiento?. ¿Se puede pensar que ese estado de ansiedad y preocupación continua no cree secuelas?. Aquí, nadie dice nada.

A una madre adoptiva no la cuida nadie. Siempre debe ocultar su ansiedad, nunca desvelarla porque entonces ya no es apta para una adopción. Los trámites burocráticos se deben reanudar cada cierto tiempo y ojo, ahí hay que callarse, porque entonces el nuevo Certificado Médico sale negativo. Los Certificados de Penales, tienen que estar siempre inmaculados, y ya no hablemos si te quedas en paro. La adopción durante años está pendiente de un hilo. El corazón de estos padres también. Los padres adoptivos son vigilados, inspeccionados y expurgados al milímetro durante años.

A las madres embarazadas se les ofrecen cursos de preparación al parto donde se las ilusiona con el nacimiento del bebé, y así pueden canalizar su miedo al enseñarles y mostrarles lo bello que será ese momento. El dolor quedará atrás una vez que vean la cara de su hijo.

A las madres adoptivas, nadie les ofrece cursos de preparación a la adopción. Se supone que el encuentro con el hijo será muy feliz. Aquí lo doloroso no es ese momento, lo doloroso es la espera. Nadie se ocupa de que ellas y ellos vivan el proceso con la mayor serenidad y alegría posible. En todo caso, esos cursos son disuasorios, son talleres dónde ponen a los padres antes las situaciones más difíciles y dramáticas posibles y con toda crueldad se les mete en el dedo en la llaga del anhelo y de la ilusión para poner a prueba su fortaleza, valentía y estabilidad emocional. El fuerte resiste, el débil anula su expediente. ¿Se ha preguntado alguien lo que eso duele?

Nos preguntamos si a nadie se le ha ocurrido crear talleres para esos padres donde puedan aprender a controlar su ansiedad. Actividades entre padres que les permitan canalizar su angustia. Qué realmente les preparen para la adopción de una manera realista, pero esperanzadora y que puedan llegar a ella con la máxima salud y fortaleza posible. Qué también este proceso sea para los padres adoptivos un camino enriquecedor y no solo deteriorante, triste y agotador. La única medicina que hay actualmente para estos padres es contactar con otras familias, mediante foros, chats, y unos a otros irse poniendo tiritas para animarse entre si, apoyarse y darse fuerzas. ¿No se podría hacer algo más?. ¿Psicológicamente, socialmente, políticamente, legalmente, de verdad que no se puede hacer algo más?.

Un niño adoptado vienen con una mochila de sufrimiento evidente. Esa mochila se vaciará si se encuentra con unos padres que puedan y sepan llenarla de cariño, ternura, una buena educación y mucha alegría. Pues que alguien prepare a esos padres de verdad para ofrecer a los niños esto. Basta ya de torturarles, los padres adoptivos también tienen derechos.