Ayer estuve hablando con ella. La verdad es que hacia tiempo que no nos veíamos y tuvimos una conversación muy agradable. Ella había engordado un poco desde la última vez y no es que hubiera salido mucho de casa. Yo por el contrario seguia igual y haciendo mi vida. Me supo mal contarle tantas cosas y verla tan apática, pero la vida es así.
Le prometí que la próxima vez no dejaría pasar tanto tiempo para charlar un rato. Pero ella supo que yo mentía....
...debería limpiar más a menudo detrás de la mesita de noche. Pobre Señora Pelusa...que sola que está y que mal le sientan los años (que digo años, los días)
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