Cuando
se convoca una huelga uno es muy libre de secundarla o no, pero creo que para
ambas situaciones se deben tener las razones bien claras.
Llevo
días escuchando sandeces de un lado y del otro. Me he parado delante de gente,
muy segura de sí misma, para explicarle que están muy equivocados o muy poco
informados. ,
Que
a ojos de mucho, tengo yo poco que pelear en esta huelga porque en mi trabajo
no hay diferencia salarial, porque mi
marido me “ayuda” en casa (sí, todavía hay quien utiliza esa expresión), o
porque cobro lo suficiente como para no notar que me quitan el sueldo de ese día.
Y no
es que me las quiera dar y de sabionda, ni muchísimo menos, pero creo que sí
que tengo un puñado de RAZONES para hacer huelga mañana. Cada
una tendrá las suyas y estas son las mías:
- Porque precisamente yo, me puedo permitir no cobrar un día. Hago huelga porque muchas mujeres cobran una miseria y no pueden perder el sueldo de un día.
- Porque en mi trabajo no habrá represalias si no voy mañana a trabajar. Hago huelga porque muchas mujeres no tienen esa suerte. (Entre ellas, mi madre hace muchos años)
- Porque mi marido, que es quien ha disfrutado de los permisos de lactancia, no tiene la misma baja por paternidad que yo por maternidad. Hago huelga por equiparar las bajas laborales.
- Porque cuando vaya a un bar, me pongan a mí la cerveza y a mi marido el agua que ha pedido. Hago huelga para que se rompan esos estereotipos anticuados.
- Por dejar de escuchar frases dirigidas a mis hijas como: “que guapa te ha puesto hoy mamá” o “que rica la cena que te ha hecho mamá”. Hago huelga para re-educar a la gente que no mide sus palabras.
- Porque se eliminen los carteles de las tiendas infantiles en las que se cataloga de niña o niño ropa, bicicletas, juguetes, etc. (con sus respectivos colores rosa y azul, por supuesto). Hago huelga porque mis hijas puedan elegir una bicicleta con el color y el superhéroe que más les guste.
- Porque no tengan que llamarle la atención a mi pareja cada vez que tiene que utilizar el baño de “mujeres” para cambiar un pañal. Hago huelga para que se unifiquen los baños públicos.
- Porque cuando alguien me piropea por la calle, pueda hacerle una peineta sin tener miedo de lo que pueda pasarme después. Hago huelga porque las mujeres no deberíamos sentir miedo.
- Porque el del taller o el concesionario, o el que vende televisores o el fontanero, me mire también a mi cuando tenga que explicar algo y no sólo a mi marido. Hago huelga porque las mujeres no “entendemos” menos.
Y
por último, hago huelga, porque a pesar de que mi situación es cómoda, fácil o
simplemente sin dificultades, me solidarizo con el resto de mujeres que NO
TIENEN la misma situación. Porque no quiero ser más que nadie (como he tenido que
escuchar estos días), pero sí igual. Porque desde los sillones de vuestras
casas o desde los puestos de vuestros trabajos no vais a ayudar a nadie.
Porque es muy cómodo decir que esto no va contigo o que es un rollo político.
No señoras, esto no va con ningún partido, esto va con personas. Con los
valores que les quieres enseñar a tus hijos e hijas. Y con querer cambiar el
mundo.